Alianza Bíblica Evangélica Latinoamericana

El Propósito de la Ley para Israel

Artículo por: Por: Msc. Santiago Bustos

De acuerdo con Moisés en Levítico y Números, ¿Cuál es el propósito de la ley para Israel?

El libro de Éxodo, también llamado en la versión hebrea «estos son los nombres»[1] en relación a aquella generación de hebreos que salió de Egipto luego de haber estado 430 años como esclavos, concluye con el pueblo en dirección hacia la tierra prometida. «Después de un año»[2] desde la salida del cautiverio, después de haber nombrado a un libertador que mantiene la generación o simiente de Abraham y la «promesa incondicional»[3] de Dios en Moisés. Después  de haber celebrado la pascua, (Ex.12) previo a la liberación que Dios hizo con su primogenito Israel (Ex. 13), después de que Dios mostró su poder y gran gloria al detorrar a los dioses egipcios (Ex. 14) e incluso abriera el mar Rojo de manera prodigiosa (Ex. 14) y no poética o simbólica, Dios elimina al ejército egipcio y lleva a su pueblo hasta el pie del monte Sinaí (Ex. 19), a fin de establecer un pacto condicional con Israel, en donde Dios entrega sus leyes (Ex. 20), da directrices minuciosas para morar entre el pueblo por medio del tabernáculo (Ex. 25), y establezca la familia sacerdotal y levítica para realizar el sistema sacrificial (Ex. 29). 

El pueblo entiende vagamente que Dios es su nuevo amo y debe caminar en obediencia para evitar su ira, a pesar de la rebeldía al crear el becerro de oro (Ex. 32), Dios tiene misericordia del pueblo, esto, mas la guía de Moisés y Aarón en Sinaí, tiene buenos resultados ya que, la presencia de Dios descendió en una nube que cubrió el tabernáculo, símbolo de su aceptación a los sacrificios, sacerdocio y promesa de Israel en cumplir sus leyes. Por fin el propósito de Dios con su pueblo Israel, está en proceso.

La promesa del Creador al levantar un pueblo que sea luz a las naciones (Is. 42:10), por la simiente de Abraham esta en control. Levítico y su corto «mes de historia»[4], muestran el propósito de la ley para con el pueblo, el rompecabezas sigue siendo armando, la revelación progresiva de Dios tiene un nuevo punto visible para el autor del Pentateuco, pero también para toda la humanidad creada. El autor humano escribió sobre este propósito de la ley y su importancia para la vida del ser humano, el lector puede recrearlo al leer Génesis 2:17, las indicaciones que Dios da al hombre en el relato de Adán y Eva previo a la caída es: No comerás del fruto del árbol del conocimiento del bien y el mal, porque de cierto morirás. Después de observar detenidamente en Levítico el establecimiento de aquellas leyes durante el mes que Israel estuvo asentado al pie del Sinaí, se puede considerar que: en primer lugar, la ley refleja el carácter santo, justo, intachable de Dios, pero también el amor de Dios, al proveer un medio, el       tabernáculo, que es «tienda o morada»[5],  para tener comunión con el pueblo.

En segundo lugar, la ley actuaría como un guía o tutor, en términos del Apóstol Pablo (Gal. 3:24), conduce al hombre a reconocer su realidad de separación ante Dios por su maldad intrínseca, ya que la ley, señala el pecado, como lo dice el mismo apóstol Pablo (Ro. 3:20), y ya que no hay manera de caminar perfectamente en los mandamientos de la ley, el hombre necesita poner su fe entera en que su salvación solo puede ser posible por medios divinos. Levítico muestra al lector el problema del pecado (la muerte), la consecuencia del pecado por medio del sistema sacrificial «expiatorio»[6], inútil para perdonar y justificar al pecador, ya que solamente cubre el pecado pero no lo quita, y por último también apunta directamente a Cristo (vida perfecta, sacrificio perfecto, propiciación completa) y la solución de una vez por todas para el problema de la simiente de la serpiente y su obra en la humanidad. Ya que todo tiene que ver con el Creador, la ley es un medio de gracia, ya que muestra el camino para llegar a Cristo. Para el pueblo de Israel en «1446 a.C»[7], llegó el tiempo para no solamente modelar un sistema sacerdotal, o hacer alarde del Dios que los guiaba y protejía, sino también para modelar al mundo, lo que significa tener comunión con un Dios Santo, por medio de obedecer la ley, que en términos del salmista (Sal. 19), son una razón más para amar a Dios, ya que su ley es perfecta y guarda al hombre, es decir a medida que el pueblo obedezca la ley, Dios los bendeciría, pero por otra parte la desatención a la misma traería maldición para el pueblo, este es el tema del siguiente libro Números.

El libro de Números según la Tanak, tiene el nombre de «en el desierto de»[8], y es que después de que la primera generación de Israelitas saliera de Egipto, levante el tabernáculo, nombre a sus líderes religiosos, conociera la ley, celebrara la pascua y se disponga a tener comunión con Dios, no fue suficiente ya que estuvo en el desierto por 40 años, sin llegar a la tierra prometida. La historia de Numeros muestra al lector la imposiblidad que tiene el ser humano en caminar perfectamente en la ley de Dios, algo que ya se había contemplado en Levítico. La ley fue entregada al pueblo, el pueblo hizo la promesa de obedecer y representar correctamente los principios del Reino de Dios en la tierra, el tabernáculo por tanto, hace las veces de Trono. Números es escrito por Moisés un poco antes de su muerte, aproximadamente en el año «1405 a.C»[9], se puede observar que el libro entero se divide en tres grandes partes, todas conectadas al asunto de la ley y su fruto en el hombre. Los capítulos del «1 al 10»[10] hablan sobre la primera generación de israelitas en el desierto, y su obediencia al Señor, sin embargo sus siguientes 38 años muestran al lector, la incosistencia del pueblo al pacto con Dios, su fragilidad moral y rebeldía a su Rey. A partir del «capítulo 11 al 20»[11], se establece la historia del pueblo rebelde de Israel, luego de morar 40 años en el desierto y dar a a luz una nueva generación, Dios seguirá con su pacto inquebrantable con Abraham y su simiente.

La generación pasada a escepción de Josué y Caleb dudó de Dios, no creyó que Él podría introducirlos a la tierra prometida, en términos de este estudio, la ley cumplió su propósito y reflejó lo que había en sus corazones, la artimaña de la simiente caída, buscó estropear nuevamente el plan de Dios, ya que incluso Moisés mismo, es impedido de entrar a la tierra prometida y por ende no cumple con los requisitos del Mesías prometido.

Para terminar se debe considerar que la simiente de la serpiente tratá de maldecir a la generación de Abraham (Nm. 22-24) por medio de un falso profeta llamado Balaam, causa sorpresa al lector ya Balaam no forma parte del pueblo de Dios, sin embargo Dios ratifica a las naciones en ese tiempo conocidas que lo que Él bendijo, nadie puede maldecirlo, es decir la simiente de la mujer continuará su camino, hasta revelar al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. El escenario queda preparado para la conquista a la tierra prometida, ya que el que el pueblo se encuentra una vez al frente de la tierra primetida en los campos de Moab (33:50).


[1] Fafasuli, Tito, Federico M., Abdías M., José P. eds. Éxodo. Nuevo comentario bíblico. El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 1992.

[2] Josias Grauman, «BI 501: Estudios del Antiguo Testamento I» (apuntes de clase, Master`s Seminary, sin fecha), 3, accesado el 27 de Marzo 2022, https://tms.instructure.com/courses/files/337?module_item_id=87183.pdf. 

[3] Josias Grauman, «BI 501: Estudios del Antiguo Testamento I» (apuntes de clase, Master`s Seminary, sin fecha), 3, accesado el 27 de Marzo 2022, https://tms.instructure.com/courses/files/337?module_item_id=87183.pdf. 

[4] Josias Grauman, «BI 501: Estudios del Antiguo Testamento I» (apuntes de clase, Master`s Seminary, sin fecha), 3, accesado el 27 de Marzo 2022, https://tms.instructure.com/courses/files/337?module_item_id=87183.pdf. 

[5] Samuel V. y Dario A. Santa María,  Diccionario biblico ilustrado (Barcelona: Editorial Clie, 1981), 1116.

[6] Samuel V. y Dario A. Santa María,  Diccionario biblico ilustrado (Barcelona: Editorial Clie, 1981), 350.

[7] LaSor, William Sanford, David Allan Hubbard, y Frederic William Bush. Panorama

del Antiguo Testamento: Mensaje, forma, y trasfondo del Antiguo Testamento. (Grand Rapids: Desafío, 2004).

[8] Fafasuli, Tito, Federico M., Abdías M., José P. eds. Numeros. Nuevo comentario bíblico. El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 1992.

[9] Everett F. Harrison, Números, El comentario bíblico Moody (Chicago, IL: Editorial Moody, 1971), 170.

[10] Josias Grauman, «BI 501: Estudios del Antiguo Testamento I» (apuntes de clase, Master`s Seminary, sin fecha), 3, accesado el 27 de Marzo 2022, https://tms.instructure.com/courses/files/337?module_item_id=87183.pdf. 

[11] Josias Grauman, «BI 501: Estudios del Antiguo Testamento I» (apuntes de clase, Master`s Seminary, sin fecha), 3, accesado el 27 de Marzo 2022, https://tms.instructure.com/courses/files/337?module_item_id=87183.pdf. 

Bibliografía

Fafasuli, Tito, Federico M., Abdías M., José P. eds. Tito. Nuevo comentario bíblico. El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 1992.

Grauman, Josías. Apuntes de clase de «BI 505: Hermenéutica». Master´s Seminary, s.f.

Harrison, Everett F., Tito, El comentario bíblico Moody. Chicago: Editorial Moody, 1971.

LaSor, William Sanford, David Allan Hubbard, y Frederic William Bush. Panorama

del Antiguo Testamento: Mensaje, forma, y trasfondo del Antiguo Testamento. (Grand Rapids: Desafío, 2004).

Vila, Samuel, y Dario A. Santa María, eds. Diccionario biblico ilustrado. Barcelona: Editorial Clie, 1981.

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Sobre el Autor
Ps. Santiago Bustos

Milton Santiago Bustos Santana, Director y Misionero del Ministerio ABEL

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